Después de una semana del estreno de la tan esperada LOGAN, la última película de la trilogía de Wolverine en solitario y la última de Hugh Jackman, después de 17 años en el papel, toca hacer crítica y ver que nos ha parecido este capítulo final.
Nada más publicar las primeras imágenes y después de ver el tráiler, la película dejaba entrever que no iba a ser parecida a ninguna de las anteriores entregas de la saga X-Men. Con un carácter más oscuro, más serio, escenas muchos más realistas, el largometraje pasa a centrarse a un carácter más humano enfocándose en las dificultades de la vida de los personajes, dejando un poco de lado los poderes mutantes. De esta manera se nos muestra un Lobezno decadente, alcohólico, perdido en la vida y sin ganas de pasar muchos más días en el mundo, que deberá enfrentarse a su mayor enemigo, él mismo.
Aún sin una historia tremendamente original, es suficiente para poder apreciar el cambio que ha habido en el mundo, donde ahora los mutantes no son más que un recuerdo pasado. Sin entrar mucho en detalles y solo dejando algunas pistas de lo que pudo ocurrir con el resto de los mutantes, estando Charles Xavier detrás de esto.
Una película con sus más y sus menos, uno de los fallos que podríamos ver es la falta de contexto en algunos momentos, también podríamos reprochar el villano final, pero al fin y al cabo son peros menores ya que creemos que es el broche perfecto para terminar el largo camino que lleva Wolverine en las salas de cine.
En nuestra opinión, el mejor final para uno de los personajes más representativos de los X-Men, un film que merece estar en las estanterías de cualquier cinéfilo o amante de los superhéroes y que sin duda se lo pondrá muy difícil a las siguientes entregas de la franquicia.
